Trabajar desde casa, es algo que generalmente los que trabajan por cuenta ajena ven con ojos cariñosos y que los que ya hemos pasado por ello, o seguimos haciéndolo, tenemos totalmente desmitificado.
Y es que trabajar desde casa a través de internet está bien hasta cierto punto.
La mayoría de las veces el glamour que presentan homeworkers, esa vida Pinterest de desayunos en preciosas tazas de porcelana inglesa con cupcakes, manicuras perfectas y paredes llenas de carteles buenrolleros es diametralmente opuesto a la realidad, o creo que por salud mental debería serlo.
Y es que seamos sensatos, si trabajas desde casa no te va a apetecer levantarte dos horas antes para hornear unos deliciosos cupcakes y ponerte el café en una preciosa taza que curiosamente cuadra perfectamente con unas maravillosas servilletas heredadas de tu tatarabuela paterna.
Cuando trabajas desde casa, y tienes trabajo de verdad, de ese que no te deja levantarte de la silla porque lo tienes que entregar y eres autónomo y tu vida tiene más horas dedicadas al trabajo que la del resto de los mortales sólo por el hecho de serlo.
No te apetece ponerte a hacer monerías y a veces ni quitarte el pijama. (No soy quien para aconsejarte pero por tu salud, intenta no caer en esto y sal al menos para que te de el aire si vas a trabajar desde casa)
Imagino que si además eres madre y compaginas tu trabajo con el cuidado de tus churumbeles, esto se debe multiplicar por tres.
La verdad es que muchas veces pienso que los superheroes existen y son todas esas madres, que las hay a montones, que han optado por emprender trabajando desde casa y cuidando de sus hijos.
Me parecen dignas de admiración y cuando intento ponerme en su lugar y me imagino con un montón de mails por responder, mi churumbel llorando y un cliente al teléfono, supongo que me darían los siete males y unas ganas tremendas de mandar a la mierda al que escribió la frasecita buenrollera si es que la veo. (Siento mis frasecitas de facebook si os han llegado en un momento regulero)
Llevo trabajando desde casa desde hace más de 10 años, parece que el tema de montarte la oficina en casa es algo más relacionado con el 2.0, o más común después de la crisis. Supongo que según en que mundo te movieses. Muchos arquitectos tienen una parte de sus viviendas destinadas a estudio, y ese era mi caso. Cuando me independicé la cosa fue mejor pero pasaba de mi casa a casa de mis padres que es donde estaba, vamos un rollo macabeo.
Y es que yo por lo menos siempre he tenido suerte, tuve y tengo realmente una oficina en casa, es decir un espacio para mi, única y exclusivamente para trabajar. No quiero ni pensar que no fuera así y que tuviese que utilizar la mesa del salón cuando buenamente fuera posible como es el caso de mucha gente.
Por otra parte reconozco que tiene muchos beneficios, todos relacionados con los gastos, y que es una magnífica forma de empezar, pero lo veo como una barrera muy grande a la hora de que el negocio crezca y haya que contratar a gente. A mi personalmente no me gusta que trabajen terceras personas en mi casa, por lo que el salto es mucho más grande ya que implica un sueldo nuevo y el alquiler de una oficina.
Quizás una solución puede ser trabajar en remoto, pero no todos los tipos de trabajos lo permiten.
No sé si tu experiencia habrá sido diferente, me encantaría que nos la contases, pero he visto unos cuantos amigos que empezaron felices su negocio, pensando en la suerte que era trabajar desde casa y que luego acabaron tirándose de los pelos por haberlo hecho.
Y no debemos de olvidar que trabajar desde casa amplifica la falta de desconexión del trabajo propia del autónomo y terminas, ya que lo tienes cerca, trabajando fuera de horas y fines de semana y haciéndote, si cabe, todavía más inseparable de tu ordenador.
Una buena solución es compartir oficina con otras personas, más económico, te relacionas más con gente , haces networking , sales de tu simbiosis con tu casa y puedes trabajar en un entorno muchas veces más apropiado.
Puedes alquilar un puesto de trabajo en espacios de Coworking, salas de reuniones para quedar con un cliente, salones de actos para dar una conferencia, salas de baile, incluso espacios para presentar un producto. Si te interesa este tipo de espacios visita Spacebee, seguro que te va a gustar.
Y esta es mi experiencia de más de 10 años de trabajar desde casa, echándole un poco de humor, y tú ¿eres de trabajar desde casa?
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